La primera vez que se encontraron personalmente, en un castillo de Inglaterra, Julian Assange le dio a Santiago O’Donnell un pendrive con una planilla de Excel donde estaban ordenados dos mil quinientos cables que habían salido de o hacia la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires. Del trabajo minucioso de O’Donnell con esos x-files nació primero ArgenLeaks, el...
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