CINE
Difícil tomarse en serio a El mayordomo. Difícil, porque al tercer o cuarto plano, aquel en el que se ven dos negros ahorcados en contrapicado, evidencia su construcción abyecta y de una corrección política casi hilarante. Difícil, también, porque elige a Robin Williams para hacer de Dwight Eisenhower y a Lenny Kravitz como jefe de mucamos. Y ni...
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